JUSTICIA AMBIENTAL para los niños del Puerto Huarmey y 9 de Octubre
Jesús y Grecia, nombres que personifican la lucha de padres y madres en Puerto Huarmey y 9 de Octubre, dos comunidades que albergaban la esperanza de una vida saludable para sus hijos. Sin embargo, hoy, estos niños y niñas se enfrentan a una realidad desoladora: la presencia de metales pesados en sus cuerpos.
Ellos /as son víctimas ahora y por lo que les queda de vida de ser niños/as con metaloides en el cuerpo, que luchan por encontrar atención y justicia en una sociedad donde hemos normalizado la impunidad frente a delitos ambientales y donde el poder del dinero parece corromper a las autoridades y premiar a empresas cuestionadas bajo la fachada de sostenibilidad y ecoeficiencia.
Tuvo que ser el COMITÉ DE GESTION DE SALUD de Huarmey, liderado por Estela Rojas Bruno, quienes en la Comisión de Pueblos del Congreso de la República pusieron el problema de todo el puerto en la agenda. Ante ello, la presidenta de la Comisión y congresista Ruth Luque, ordenó la realización de análisis y tamizajes a la población de Puerto Grande y 9 de Octubre, obteniendo resultados alarmantes. El 80% de las muestras reveló que niños/as y madres gestantes contienen valores de plomo en sangre y arsénico en la orina hasta 200 veces más de lo tolerable según el MINSA.
Los metales pesados y metaloides, como el arsénico, no se degradan; por el contrario, se acumulan y son letales. Este metaloide (arsénico) puede provocar cáncer, tumores múltiples y despigmentación en la piel, transmitiendo estas afecciones a los fetos de mujeres gestantes. Preocupantemente, los análisis de CENSOPAS indican que los niveles de arsénico encontradas en las gestantes del puerto huarmey superan los límites tolerables para la salud humana.
La urgencia se tradujo en acciones inmediatas gracias a la acción de familiares y el respaldo de la Ministra del Ambiente, MINSA y congresistas de la región Áncash. Se logró el traslado gradual de niños/as y adultos para su tratamiento desde hoy 13 de noviembre, con el apoyo solidario de la Comisión de Damas Voluntarias del MINSA. Sin embargo, esta atención inicial no es suficiente. Una vez concluido el primer tratamiento, es imperativo que los afectados sean monitoreados por especialistas para evaluar los impactos en su salud y no pueden regresar a su lugar de origen debido al riesgo que esto implicaría.
Además, es imperativo descubrir la CAUSA de la presencia de arsénico y plomo, identificar la fuente de contaminación y comprender por qué afecta de manera tan extensiva a la población. Esta tarea requiere una intervención integral y MULTISECTORIAL, comenzando por el MINEM (Dirección de Calidad Ambiental), MINAM (OEFA para determinar la CAUSALIDAD), ANA (resultados de calidad de agua superficial y subterránea), INGEMET, IMARPE (fondo marino), así como SEDA CHIMBOTE. No podemos pasar por alto la importancia del pronunciamiento y la DECISIÓN política del Gobernador Koki Noriega del GORE –Ancash, junto con el necesario FINANCIAMIENTO.
Si bien el plan de intervención debe enfocarse en Puerto Huarmey y 9 de Octubre, es fundamental realizar el tamizaje del 100% de la población adulta e infantil en ambas zonas. Esto proporcionará una comprensión precisa de cuántas personas están contaminadas con arsénico y plomo, abarcando la zona de influencia de las empresas mineras como Cia Antamina y Lincuna. La existencia de casos de arsénico en San Marcos, según los análisis de CENSOPAS, subraya la necesidad de esta acción expedita.
Aquí no hay tiempo que perder, hay que actuar con certeza, firmeza y decisión, lo que interesa es la VIDA Y SALUD de los niños y pobladores. Este no es simplemente un asunto técnico; es una cuestión ética y de justicia ambiental. TODAS LAS DECISIONES deben contar con la participación activa de los ciudadanos de ambos lugares, representado por el Comité de Gestión de Salud y familiares para sumar voluntades y capacidades en esta cruzada por la Vida.
María E. Foronda Farro
Directora ejecutiva.