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Familiares de niños contaminados con arsénico reciben compromiso de atención por parte del Minsa

En un paso significativo hacia la resolución de la crisis de salud pública en Huarmey, Áncash, familias afectadas por la intoxicación de arsénico han obtenido un compromiso formal por parte del Ministerio de Salud (Minsa) para atender a más de 10 niños afectados por plomo y arsénico en las localidades de Puerto Grande, Puerto Huarmey y 9 de Octubre.

Encabezados por los padres, Jesús Asencio y Grecia Maguiña, y respaldados por la presidenta del Comité de Gestión de Salud de Huarmey, Estela Rojas, los afectados firmaron un acta de acuerdos que detalla el compromiso del Minsa en la atención inmediata de estos casos.

Sin embargo, la situación en la provincia persiste y se agrava, afectando a docenas de mujeres gestantes y niños menores de tres años. Los exámenes de sangre y orina revelaron valores de plomo y arsénico hasta 3 mil veces por encima de los límites considerados permisibles por el Minsa. Esta preocupante realidad está vinculada al muelle de la terminal del mineroducto Punta Lobitos, propiedad de la empresa Antamina.

Diversos síntomas, como la decoloración de la piel, dolores de cabeza y estómago, y la presencia de sangre en la orina, fueron detectados por los familiares en sus hijos en los últimos años. Estas alarmas fueron presentadas en agosto a representantes de organizaciones de derechos humanos, incluyendo al Instituto Ambientalista Natura y la Comisión de Pueblos Andinos Amazónicos Ambiente y Ecología, quienes, a su vez, llevaron el caso a la congresista Ruth Luque. El congresista solicitó al Minsa hacerse cargo de la investigación de los casos denunciados.

La Dirección Regional de Salud (DIRES) llevó a cabo exámenes de tamizaje y despistaje de concentración de metales pesados ​​en los poblados de Puerto Huarmey y 9 de Octubre. Los resultados son alarmantes, mostrando que el 80 por ciento de las personas examinadas tienen valores por encima de los límites recomendados por el Minsa.

Representantes de los pobladores, incluido Juan Navarro Inga, presidente del Frente de Defensa de los Intereses de Huarmey, ahora exigen que los solicitudes se extiendan a toda la población. Se busca determinar las causas de esta intoxicación masiva con metales pesados, acumulados en los organismos de las personas y con consecuencias tan graves como la disminución del coeficiente intelectual en menores por el plomo y diversos tipos de cáncer por el arsénico.

Las sospechas de la población se centran en la empresa Antamina y su terminal del mineroducto que transporta cobre y otros metales desde la mina ubicada a 304 kilómetros en la cordillera de Áncash. Desde su instalación en 2002, se han denunciado numerosos casos de cáncer que superan claramente los índices nacionales.

Esta situación requiere una acción inmediata y exhaustiva para proteger la salud y los derechos de la población de Huarmey. Se instala a las autoridades a realizar una investigación a fondo ya tomar medidas concretas para abordar esta crisis de salud pública que afecta a una comunidad ya vulnerable.

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